Revisando las novedades del DSM-V para el diagnóstico de los TCAs
Desde Mayo de 2013 tenemos con nosotros el nuevo manual diagnóstico DSM-V en el cual se incluyen algunos cambios asociados a la organización de los trastornos y a la especificación de los criterios diagnósticos. El antiguo manual contaba con 17 categorías diagnósticas, en el DSM-V pasan a ser 22. En este artículo nos vamos a centrar en los cambios que repercuten en los trastornos de la conducta alimentaria.
Conocer estas diferencias es de gran ayuda para los profesionales en su trabajo de evaluación y diagnóstico.
Anorexia nerviosa:
Criterio A: no alude al índice de peso relativo del 85%. Ahora se mencionará en el especificador de gravedad. El peso bajo pasa a definirse como un peso menor al mínimamente normal (para niños/as o adolescentes menor de lo esperable).
No hay variaciones significativas en el criterio B y C, por tanto las pacientes siguen teniendo un miedo intenso a ganar peso así como una alteración de la propia imagen corporal.
La gran novedad que trae consigo el DSM-V es la eliminación del criterio de amenorrea. Desde nuestra experiencia clínica este criterio no aportaba nada al diagnóstico. Muchas de nuestras pacientes no llegaban a presentar amenorrea a pesar de haber perdido mucho peso y de encontrarse desnutridas, otras no tenían menstruaciones regulares debido a su edad temprana y otras muchas no llegaban a tener menstruación por lo que era imposible presentar pérdida de ella. Además este criterio dejaba fuera al género masculino.
Se añaden especificadores de tiempo:
-Tipo restrictivo: durante los últimos 3 meses la persona no ha incurrido a episodios recurrentes de atracón o conducta purgativa
– Tipo compulsivo/purgativo: durante los últimos 3 meses ha incurrido en episodios recurrentes de atracón o comportamiento purgativo
Especificar si:
- En remisión parcial: el criterio A no existe (no tenemos un peso corportal bajo) pero la persona aún sigue padeciendo un miedo intenso a engordar y una alteración en su autoimagen (criterios B y C).
- En remisión total: no cumple ningún criterio durante un periodo continuado
Especificar gravedad actual:
Leve: IMC≥ 17 kg/m²
Moderado: IMC 16-16,99kg/ m²
Grave: IMC 15-15,99 kg/m²
Extremo: IMC < 15 kg/ m²
Bulimia nerviosa:
El DSM-V no incorpora cambios significativos en los criterios diagnósticos salvo para los atracones y las conductas compensatorias. Lo más relevante es la desaparición del subtipo bulimia nerviosa no purgativa que corresponde ahora a la categoría de trastorno por atracón.
Al igual que antes, se añaden especificadores en cuanto al tiempo (remisión parcial y remisión total) y la gravedad.
Leve: de 1-3 episodios de conducta compensatoria a la semana
Moderada: entre 4 y 7 episodios de conducta compensatoria a la semana
Grave: entre 8 y 13 de episodios de conducta compensatoria a la semana
Extremo: 14 o más episodios de conducta compensatoria a la semana.
Trastorno por atracón:
Esta es otra de las novedades del DSM-V. Esta nueva categoría correspondería a la anterior Bulimia nerviosa no purgativa del DSM-IV. El DSM-V esclarece los episodios de atracón y a los hechos a los que se asocia, sin embargo, sigue excluyendo los atracones subjetivos que vivencian algunos de los pacientes como podemos ver en nuestra práctica clínica. El sentimiento de culpa y de descontrol debe ser un criterio más importante, a tener en cuenta por el profesional, que la cantidad de comida que el paciente pueda tomar.
Los especificadores son iguales que en el punto anterior, cambiando conducta compensatoria por atracones.
Otro trastorno específico de la alimentación
Esta categoría se utiliza cuando la persona cumple síntomas de los trastornos de la conducta alimentaria pero no se corresponden con ninguno de los anteriormente citados. Algunos ejemplos pueden ser: anorexia nerviosa atípica, bulimia nerviosa (de baja frecuencia y/o duración limitada), trastorno por atracón (de baja frecuencia y/o duración limitada), trastorno por purgas, síndrome de ingestión nocturna de alimentos).
Pica y trastorno de rumiación:
No hay cambios significativos en criterios diagnósticos en ambos trastornos.
Trastorno por evitación/restricción de la ingestión de alimentos:
En el DSM-IV aparecía con el nombre de trastorno de alimentación en la infancia y era un trastorno que rara vez se utilizaba dada la información limitada sobre sus características, su evolución y pronóstico. En la nueva clasificación se amplían los criterios resaltando la aversión a la comida, así como la dificultad para alcanzar los niveles necesarios para el desarrollo del niño. Se asocia a una pérdida significativa de peso, una deficiencia nutricional, dependencia a la alimentación enteral y una interferencia importante en el funcionamiento psicosocial.
Desde el Centro de Psicología Clínica Pettca- Granada creemos que el DSM-V ha traído consigo grandes cambios que han dejado atrás criterios obsoletos y poco determinantes, y que ha clarificado otros criterios siendo más fácil establecer el diagnóstico, y haciendo ver a los/as pacientes que no “solamente se trata de que quieren adelgazar” sino que realmente están sufriendo una enfermedad/trastorno, ayudando así al proceso de “toma de conciencia” de enfermedad.
Ana Morales Carmona y Sara Coca Arco
Psicólogas especialistas en Trastornos de la Conducta Alimentaria
Centro de Psicología Clínica PETTCA-GRANADA