Depresión otoñal o astenia otoñal, que es y cómo prevenirla.
Para poder prevenir una situación problemática es fundamental entender bien su mecanismo de funcionamiento, así que la primera pregunta sería ¿Qué es la depresión otoñal? Hay muchas personas que, en los cambios de estación, en este caso en el paso del verano al otoño, sienten cambios en su estado anímico, pueden sentirse más cansados, inapetentes, aparecer cierta sensación de tristeza sin explicación clara, cambios bruscos del estado de ánimo, insomnio, mayor apetencia por el consumo de dulces, falta de apetito sexual, desinterés por las relaciones sociales, etc., en definitiva, comienzan a manifestar sintomatología propia de un estado depresivo. Este conjunto de sintomatología, y en función de su grado de intensidad, sería lo que llamamos una “depresión otoñal”, y según los casos puede ser llegar a ser altamente incapacitante e incluso la puerta de entrada a una depresión clínica de mayor calado.
Bien, y ahora nos tocaría entender ¿Por qué aparecen todos estos síntomas? Con el cambio de estación se producen dos circunstancias fundamentales, por un lado el cambio climático (aparecen las lluvias, el frio, más días ventosos, etc.) y por otro la disminución de las horas de luz. Este último aspecto se muestra como fundamental en la aparición de la depresión otoñal ya que la luz influye directamente en el funcionamiento de una hormona llamada melatonina, esta hormona se encarga de regular nuestros estados de descanso, nos ayuda a regular el ciclo de sueño-vigilia, aumentando su presencia cuando disminuyen las horas de luz solar. A su vez, la producción de melatonina también influye directamente sobre un neurotransmisor cerebral, la serotonina, de manera que a medida que aumenta la primera disminuye la segunda, y la serotonina es la responsable de gran parte de nuestro estado anímico positivo. Conclusión? Que para personas sensibles o predispuestas la ecuación quedaría así:
Menos luz + Mas melatonina + Menos serotonina = estado de ánimo depresivo
¿Debemos preocuparnos? La gran mayoría de la población NO. Nuestro cuerpo se ira adaptando paulatinamente al nuevo horario solar y, salvo algún día que nos encontremos más apáticos o apáticas no tendremos mayor problema, aunque siempre es recomendable hacer algo de ejercicio, cuidar nuestra alimentación y sobre todo aprovechar al máximo las horas de luz para realizar actividades de ocio y placenteras, pero aquellas personas que se forma recurrente sufran esta depresión otoñal es importante que sepan que probablemente estén sufriendo el llamado “Síndrome Anual Recurrente” que teniendo su inicio en esta etapa de cambio de estación, se extiende durante todo el periodo otoñal e invernal, desapareciendo al llegar la primavera, lo cual puede acabar generando un estado depresivo que se cronifique y que requiera una intervención clínica de mayor envergadura en el futuro.
Por tanto, aquellas personas que vienen sufriendo este síndrome de forma recurrente, o que en el pasado han sido diagnosticados de depresión y sienten que en esta época sufren pequeñas “recaídas” SI deberían acudir a su terapeuta de referencia para abordar la problemática hasta su completa resolución.
En nuestro centro contamos con un programa de “Prevención de la depresión otoñal” en el que combinamos técnicas de intervención cognitivo-conductuales, con la terapia lumínica (exposición a una luz blanca brillante de entre 6.000 a 10.000 lux mediante lampara certificada de uso terapéutico) y otras técnicas de desactivación y potenciación de habilidades para el afrontamiento de esta etapa crítica. Para conocer mejor nuestro programa sigue este enlace: Programa de Prevención de la Depresión Otoñal.
Sonia Villar
Psicóloga especialista en Psicología Clínica